No voy a pensar nada. No voy a escribir nada. No nada de nada, no. Anda de nada me ha servido, porque algo he escrito. Ya estamos de nuevo. Voy a masturbar a mi querida amiga Soledad a ver que le parece. Bombas de desidia. Que exploten. No me mires a la cara. No tienes ni puto derecho a hacerlo. Ni yo tengo derecho a mirarte a ti. Es más no me da la gana. Te propongo un trío. Dos mujeres y tú. No. Dos hombres y tú. No. Tú y yo. Destrózame. No, tampoco. Deja que te destroce yo. Lentamente, que te sacuda por implorarme que no necesitas nada de esto cuando acabe. Que te mueva a no sentir necesidad de necesitarme nunca más. Fóllame con la mirada. Ya lo hago. Pues no lo veo. No hace falta. Ya no me quieres en sueños. No lo preciso. Viola mi pensamiento y grítale que ya no te necesito. Ya lo hice tiempo atrás.¿Entonces? Nada, entonces nada. No tengo derecho a pensarte, a malearte, a dejarte y volver a tenerte, a quererte, a follarte y a hacerte el amor, a mimarte y a maltratar tu corazón. No tengo derecho.
Tengo derecho a a pensarte, a malearte, a dejarte y volver a tenerte, a quererte, a follarte y a hacerte el amor, a mimarte y a maltratar tu corazón. Pero hoy no.
No tienes derecho. Yo menos.¿Te cansas? Yo también. Cualquier día te destrozo los esquemas. Que te den. Eso había pensado .De momento me quedo construyendo la ecuación cuando cierro los ojos. Buenas noches. Que te jodan. Que me jodan. No hace falta que te arregles. No, no lo he hecho. Buen polvo. Lo mismo digo.¿Has terminado de hablar? Sí y no. Me marcho. Adiós. Antes deja que me acueste aquí. Contigo.
Me ha salido un grano en el pezón y un cartel que reza “Abandonado” me cuelga de la entrepierna.
Soy un perro. Lo sé.
Y tú mi puta preferida.
3 comentarios:
Esto está escrito a martillazos...
Casi siempre contesto en mi blog para hacerlo más rápido... así luego me paso a leer sin prisas. Lo digo porque igual piensas que paso de ti y en realidad lo que he hecho ha sido escribirte en mi mismo libro de visitas. El otro día te dije:
Me acuerdo de un día que me dijeron exactamente lo que tú me has dicho. Que se iba a imprimir algunos textos míos para leerlos en la cama, que odiaba hacerlo desde el ordenador. Y cuando pienso que alguien me lee en hoja, me siento extrañísima. Una extrañeza con gusto, eso sí. Me alegro mucho de que te guste, Eduard. Por tu blog pasé el otro día y dejé un breve comentario. Me parecía que el diálogo estaba escrito a hachazos. Muy rápido, a bocados. Me gustó.
No sé si lo leíste.
Aunque ahora a lo que venía era a darte las gracias. A darte unas muchísimas gracias por tu comentario y por leerme. Me siento tan bien leída y tratada como Martina con Arturo, aunque con mejor final.
Me alegra una barbaridad que te guste, Eduard. Un abrazo enorme.
Puedes poner en el recuadrito de página personal (no sé exactamente qué pone, pero donde aparece lo de nombre y email) tu blog, así la gente puede pinchar encima de tu nombre y venir aquí a leerte.
Un petonet, Eduard.
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