No voy a pensar nada. No voy a escribir nada. No nada de nada, no. Anda de nada me ha servido, porque algo he escrito. Ya estamos de nuevo. Voy a masturbar a mi querida amiga Soledad a ver que le parece. Bombas de desidia. Que exploten. No me mires a la cara. No tienes ni puto derecho a hacerlo. Ni yo tengo derecho a mirarte a ti. Es más no me da la gana. Te propongo un trío. Dos mujeres y tú. No. Dos hombres y tú. No. Tú y yo. Destrózame. No, tampoco. Deja que te destroce yo. Lentamente, que te sacuda por implorarme que no necesitas nada de esto cuando acabe. Que te mueva a no sentir necesidad de necesitarme nunca más. Fóllame con la mirada. Ya lo hago. Pues no lo veo. No hace falta. Ya no me quieres en sueños. No lo preciso. Viola mi pensamiento y grítale que ya no te necesito. Ya lo hice tiempo atrás.¿Entonces? Nada, entonces nada. No tengo derecho a pensarte, a malearte, a dejarte y volver a tenerte, a quererte, a follarte y a hacerte el amor, a mimarte y a maltratar tu corazón. No tengo derecho.
Tengo derecho a a pensarte, a malearte, a dejarte y volver a tenerte, a quererte, a follarte y a hacerte el amor, a mimarte y a maltratar tu corazón. Pero hoy no.
No tienes derecho. Yo menos.¿Te cansas? Yo también. Cualquier día te destrozo los esquemas. Que te den. Eso había pensado .De momento me quedo construyendo la ecuación cuando cierro los ojos. Buenas noches. Que te jodan. Que me jodan. No hace falta que te arregles. No, no lo he hecho. Buen polvo. Lo mismo digo.¿Has terminado de hablar? Sí y no. Me marcho. Adiós. Antes deja que me acueste aquí. Contigo.
Me ha salido un grano en el pezón y un cartel que reza “Abandonado” me cuelga de la entrepierna.
Soy un perro. Lo sé.
Y tú mi puta preferida.